jueves, 24 de mayo de 2007

LA FRATERNIDAD

Autor: P. L. A.

A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
1. Introducción
El Libro del aprendiz nos señala con relación a la fraternidad entre los iniciados que "la fuerza de una asociación reside esencialmente en la cohesión de sus miembros. Mientras más unidos, más potentes son", y a su vez nos invita "a tratar de merecer la simpatía de cada uno de los hermanos y por otra parte, a ser indulgentes con los defectos de los otros. Nos dice que no hay que detenerse en las debilidades de los demás; que apreciemos las cualidades de nuestros colaboradores y que pasemos la plana sobre las imperfecciones de las piedras que debe unir indisolublemente el cemento de la más franca amistad".



Los Masones somos esencialmente fraternos, tanto en el mundo profano como en nuestra orden, pero, ¿cuantas veces nos preguntamos el significado semántico y simbólico de está palabra?.
La Real Academia Española define a la fraternidad del latín Fraternitas (Hermano) como “Amistad o afecto entre hermanos o entre quienes se tratan como tales”.
Fraternidad, es la aceptación y el respeto de un lazo irreducible que nos liga a cada uno de nosotros, Masones.

2. Desarrollo del Tema
Como entre los miembros de las antiguas guildas (corporaciones de comerciantes o gremios de artesanos durante la edad media), los francmasones se dan el nombre de "Hermanos". Una de las características de la francmasonería es, aparte de su naturaleza iniciática, un vínculo particular y "fraternal" entre sus miembros
Cada francmasón fomenta la fraternidad, y todo análisis que se haga de ella la encontrará insuficiente, hasta deformado. Sin embargo, es preferible evitar los malos entendidos relativos a qué es y qué no es la fraternidad.

Primeramente hay una identificación un poco descuidada de la "fraternidad" con la "amistad". Sin ninguna duda estos conceptos tienen mucho en común, pues el cálido ambiente de la logia favorece el contacto amistoso y luego la amistad. Pero sería poco realista esperar una relación intensa con cada miembro de la logia. En la logia cada uno mantiene su personalidad, y ciertas personalidades son realmente difíciles de reconciliar. En definitiva, la fraternidad no es lo mismo que la amistad.




El otro extremo es identificar la "fraternidad" con la asistencia mutua. Según este malentendido, que goza de bastante difusión, "la" logia ayudaría eficazmente a sus miembros a ascender en la escala social. Quienes esperen esto quedarán decepcionados. Naturalmente, un francmasón tendrá una actitud diferente hacia un hermano que se ha declarado como tal, que hacia un profano desconocido: tendrá mayor afecto y más atención. Pero sucederá que un hermano deberá ponderar su afecto por su hermano a causa de lazos profanos de hecho diferentes (políticos, comerciales, etc.). Las leyes del mundo profano no son las de la logia. El mundo ideal del cual la logia desea ser un modelo, está lejos de ser realizado todavía. Fuera de la logia, predominan las opiniones contradictorias y los intereses de distinta naturaleza.



Este principio masónico, comienza su transmisión inmediatamente iniciada la vida masónica, donde hombres aún desconocidos manifiesta espontáneamente un gran calor fraternal, entregando desde el primer momento las nociones de pertenencia y fortaleciendo los lazos que nos unen a la orden.



Que momento más impresionante, efectivamente nunca se olvida. Normalmente en el desarrollo de nuestras vidas, tardamos 5, 10 o incluso más años en crear lazos fuertes y duraderos con personas no familiares, pero acá, en nuestra querida logia, la bienvenida es tan fuerte que la identificación y el sentido de pertenencia es espontánea y poderosa.
Entonces, este lazo masónico, a diferencia de lo que puede suceder en el mundo profano, es deliberado, esto es, cada uno de nosotros intencional, racional y voluntariamente ejercemos este principio entre hermanos, entrelazándonos para hacer más fuerte nuestro taller y nuestra hermandad.



Se parece mucho al principio de la amistad, de hecho tienen muchos aspectos en común, ya que el cálido y reconfortante ambiente de nuestra logia favorece el contacto amistoso entre hermanos y claro, luego puede nacer la amistad.



Sin embargo, más allá de la simple amistad está él vinculo de hermano, donde cada uno de nosotros mantiene su personalidad y como todos ustedes saben, existen ciertas personalidades difíciles de reconciliar, católicos y no católicos, derechas e izquierdas, liberales y conservadores, pero es gracias a la fraternidad de nuestra orden, que nosotros hombre libres podemos interactuar, olvidándonos de toda diferencia profana, y creciendo en un lazo superior y leal.
Esta actitud, hace la gran diferencia con el tipo de fraternidad que puede surgir en el mundo profano, donde por lo general concurren acontecimientos y circunstancias más bien de tipo afectivo, guiados por la amistad y la pasión. Pero en nuestra augusta orden, lo que prima es la actitud pro activa de los queridos hermanos, de conocer y dejar conocerse entre los distintos miembros de la orden, que nos permite apreciar nuestras fortalezas y debilidades, presentándonos abiertamente y sin “metales”, con nuestras diferencias, pero que aceptamos sin mirar más allá de las capacidad intelectual y con quienes constantemente, en trabajo masónico, vamos fortaleciendo nuestros lazos fraternos.



Entonces, buscando caracterizar la fraternidad masónica, sin ningún afán de limitarla, podemos señalar que este principio se ve reflejado en la Alegría de encontrarse en el templo; en la capacidad de escuchar, haciendo abstracción de las condiciones espirituales, culturales y sociales de un hermano; y en la gentileza de la bienvenida al templo.



3. Conclusiones
Está claro que la "fraternidad" tiene un sentido verdaderamente masónico, que sobrepasa la amistad, el afecto y la asistencia. Describir este sentido no es tan fácil. Tal vez se pueda partir de la idea de que cada francmasón se halla siempre invitado a aprender a conocer verdaderamente a sus hermanos. Esto no puede ser realista sino en un pequeño taller, y aún en este caso el desafío es notable. Cada uno debe superar lo que lo separa de su hermano, y puede tener, claro está, muchos obstáculos: antecedentes, formación,, intereses, personalidad, etc. Además, cada uno debe estar listo a dejarse conocer. En la vida profana, una actitud de esta clase se juzgaría ingenua, y uno fácilmente puede ser un cándido. Pero en la logia éste el un comienzo de fraternidad, y tal como lo expresan las "Constituciones" de Anderson: "de esta manera, la Masonería se transforma en el centro de unión y en el medio de amalgamar una amistad sincera entre hombres, que de otro modo, hubieran permanecido como extraños para siempre".



Sin duda el conocimiento del otro revelará aspectos negativos del otro, nuestro "hermano". Peor así como los hermanos de sangre se parecen mucho entre sí, también los francmasones nos parecemos a nuestro "Hermano. Uno puede encontrarlo en uno mismo, incluso aspectos de la personalidad que nosotros más detestamos. De este modo la conciencia de lo que es nuestro hermano, se transforma en un espejo que puede reflejar dos ideales masónicos: el CONOCIMIENTO y la TOLERANCIA.



S.·.F.·.U.·.

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